A mí me gustabas,
no por tu figura, ni tú exterior.
a mí me gustaba tu alma.
Mi corazón en pedazos quedó,
inmerso en un oscuro calabozo
cautivo, sin saber qué hacer,
haciendo lo erróneo
esquivando la verdad,
la triste verdad,
lamentándome ese hecho mil veces,
evitando sonreír.
sabes…
ahora, nada de ti creo,
e incluso, pena me das, la
zozobra no la puedo evitar.
no vuelvas a hacer lo mismo
o puede que a ti te ocurra,
volteas la cabeza un día,
o ¿puede que no lo sea?,
a mí, ya… ya no me importa.
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