martes, 25 de octubre de 2011

La pobreza es responsabilidad de todos

Este fue un trabajo de lenguaje y de tanto que molesto y molesto por fin esta en mi blog: Andres Mondaca aqui está el discurso que hicimos con el nikeiro el año pasado...


  Buenas tardes, hoy deseo expresarme acerca de un tema que simplemente esta en nuestra sociedad y muchos no se dan cuenta de ello, la pobreza en chile.
  La economía de Chile es considerada como una de las más desarrolladas de Latinoamérica, y se cree que será un país desarrollado entre los años 2018 y 2020, además, es el líder de la región en resultados macroeconómicos  y es un decidido impulsor de la liberalización económica y por tanto, del libre comercio.
  Sin embargo y a pesar de los buenos indicadores, la economía de Chile aun presenta un importante problema: Una acusada desigualdad en la distribución de ingresos.
  Según el informe de desarrollo humano de la ONU en 2005, Chile se encuentra en el puesto 110 de la lista de países por igualdad de ingreso, ubicándose entre los 15 últimos estados a nivel mundial, lo que revela una importante carencia en la economía que aún no ha podido ser subsanada. A eso sumémosle que la Encuesta Casen revelo retroceso en la lucha contra la pobreza.
  Así es como, en el 2009, un 15,1% de la población se encontraba en situación de pobreza, lo que equivale a 2.564.032 personas. Estas cifras se comparan negativamente con las observadas el año 2006 en que la pobreza afectaba al 13,7% de la población del país. Ello significa un incremento de 1,4 puntos porcentuales y que hay 355.509 más pobres que en 2006.
  Similar comportamiento experimentó la indigencia o extrema pobreza. Mientras en 2006 el 3,2% de la población se encontraba en esta situación, lo que equivale a 516.738 personas, en 2009 la indigencia se elevó hasta el 3,7%, lo que representa 634.328 personas.
  Por zonas, se observa que, respecto del 2006, aumentó tanto la pobreza urbana como la rural, y se confirma la tendencia iniciada en 2006 de una mayor pobreza en zonas urbanas (15,5%) respecto de zonas rurales (12,9%).
  A nivel de regiones, la incidencia de la pobreza es heterogénea. Las regiones menos pobres corresponden a las de Antofagasta, Magallanes y Región Metropolitana, mientras que las con mayor pobreza son La Araucanía, del Bio Bio, del Maule  y de Los Ríos.


  Los resultados de pobreza por sexo indican que esta afecta más a las mujeres (15,7%) que a los hombres (14,5%). En ambos casos se observa un incremento en la pobreza respecto del año 2006, no obstante, la brecha se mantiene en 1,2 puntos porcentuales.
  En cuanto a la pobreza por grupos de edad, esta afecta proporcionalmente más a los niños y jóvenes.
  La pobreza está ligada, ciertamente, con la educación. Las personas que se encuentran la situación de pobreza o indigencia tienen, en promedio, 1,6 años menos de escolaridad que la población no pobre.
  Este problema ha estado en nuestra sociedad desde los tiempos coloniales, donde nos remontamos a una economía de carácter extractivo, como la minería y lo agrícola. Durante el siglo XIX se propiciaron relaciones marcadas por la desigualdad, ya que al no tener acceso a la tierra, no se tiene derecho al sufragio. Con la llegada del siglo XX y la toma de conciencia en torno a la universalización de la educación, hizo que los indicadores de desigualdad en Chile descendieran durante las décadas centrales del siglo XX.
  Los niveles de desigualdad alcanzaron un alto nivel durante el periodo de gobierno militar (sobre todo el periodo posterior a la crisis financiera de 1982).
  Con la llegada de la democracia en 1990, los gobiernos de la Concertación pusieron énfasis en desarrollar programas sociales para erradicar la pobreza y disminuir los niveles de desigualdad. Los resultados en disminución de la pobreza arrojan buenos resultados aunque la desigualdad recién empieza a ceder.
   Por esto podemos decir que Chile sigue siendo un país inequitativo. Más del 60% de nuestros compatriotas sobreviven con 150 mil pesos de sueldo, con los que pagan impuestos, locomoción, educación, alimentación y gastos varios.
  Estamos, pues, inmersos en un sistema que te castiga con el crédito, y te premia con endeudarte.
  En el mundo de la pobreza existe un verdadero "potencial de desarrollo", hay muchos emprendedores , mucha gente a la que la experiencia de necesidad las lleva a desarrollar "ideas" , además se observa mucha solidaridad y sensibilidad social, que los lleva a generar mecanismos de autogestión tales como la organización.
  En Chile es una vergüenza que  el ingreso de las personas más ricas sea 31 veces el ingreso  de las personas más pobres.


  Parece inevitable que la pobreza esté, según los criminólogos, vinculada al delito, aun cuando la mayor parte de las personas con muy bajos ingresos no sean delincuentes y estos últimos no suelan sufrir graves carencias. Otros problemas sociales, como las enfermedades mentales, el alcoholismo, y las drogas, son más habituales, debido a que son causas y efectos de la escasez de recursos económicos y de una atención médica inadecuada.
  La pobreza no es una elección, los pobres no "eligen serlo" y "tampoco lo son por flojos". Esta condición se perpetúa porque la "sociedad es incapaz de otorgar oportunidades" en forma equitativa, aún cuando se jacte con frecuencia de liderazgo en "crecimiento económico", en suma la prevalencia de la pobreza es un indicador evidente del fracaso de políticas sociales de integración al desarrollo del país.
  Pienso que la principal tarea pendiente y la más urgente es generar políticas sociales que apunten a la integración laboral "real" e "igualitaria" de estos chilenos, la que se lleve a cabo sin corrupción ni nepotismo como lo es en la actualidad, como así también crear fondos y créditos, que permitan "de verdad" sin requisitos financieros previos a estos emprendedores en situación de pobreza "salir de ella" y a su vez generar nuevas fuentes laborales que permitan emerger a otros. Ejemplo de esto es lo que hizo Muhammad Yunus (economista de Bangladesh), que comenzó a prestar dinero a pobres de una aldea, especialmente a mujeres, y siguió haciéndolo, pues el 98% de las personas le devolvía el dinero en el plazo acordado. Hasta que 1982 fundó el Grameen Bank o banco de la aldea, el cual su éxito se basa en sus relaciones: se trata con seres humanos y no con papeles.
  “Si todos colaboramos a través de nuestras acciones, se acabará la pobreza”, es lo que dice este economista, y ciertamente tengo la certeza de que no está equivocado, sino que encontró la clave para superarla.
  Muchas gracias.



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